En lo profundo de la cordillera de los Andes, el Valle Hermoso te invita a una travesía inolvidable a través de paisajes majestuosos. Partiendo por la Ruta Provincial 222, la aventura comienza con una parada en la Laguna de la Niña Encantada, un rincón de aguas cristalinas junto al Río Salado, ideal para disfrutar de su tranquilidad y belleza natural.
Continuamos hacia Los Molles, un valle que destaca por su exuberante vegetación y su complejo termal, un lugar perfecto para relajarse mientras se admira el entorno. A pocos kilómetros, el Pozo de las Ánimas nos sorprende con su mística formación geológica: dos dolinas separadas por una delgada pared natural, envueltas en un aire de misterio por los sonidos que produce el viento al cruzarlas.
La ruta nos lleva al icónico Valle de Las Leñas, un paraíso de montañas y ríos que cautiva en cualquier época del año. Este centro de deportes invernales, reconocido a nivel mundial, también deslumbra con sus paisajes en verano, creando un escenario perfecto para quienes buscan aventuras en la naturaleza.
Desde aquí, nos internamos en la cordillera principal hasta el Valle Hermoso, un lugar donde los ríos Cobre y Tordillo se unen para formar el Río Grande, el más caudaloso de Mendoza. El camino sinuoso de montaña, repleto de miradores como "El Soldado" y "Quebrada de la Virgen," culmina en un impresionante descenso hacia el camping junto a la laguna.
Rodeado por un paisaje de montañas y aguas cristalinas, este valle es un refugio único para disfrutar de la naturaleza, relajarse en el restaurante del lugar o simplemente dejarse maravillar por la serenidad de este rincón andino.
Hay que llevar abrigo y calzado adecuado para caminar. Es aconsejable llevar sombrero o gorro para sol, protector solar y agua extra.
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