Inicia tu día temprano en la mañana, partiendo desde Esquel hacia una de las regiones más fascinantes del país, donde hace 50 millones de años un volcán dejó su huella. A medida que te adentras en la estepa, realizarás paradas para observar la variada avifauna y la flora que ha logrado adaptarse a este entorno extremo. Las vistas panorámicas de los cerros de la cordillera te dejarán sin aliento.

Dejando atrás la carretera asfaltada, continuarás por un camino de ripio polvoriento que te llevará al hermoso valle del Río Chubut, un verdadero oasis en medio de la aridez. Aquí, ingresarás al área de Piedra Parada, un espacio natural protegido y un lugar icónico para los escaladores de todo el mundo. Sus paisajes imponentes son perfectos para la fotografía, el avistamiento de aves y la observación de la flora única que caracteriza esta zona de transición entre la estepa y el monte.

Tu aventura incluye una caminata por la zona de Piedra Parada, donde podrás admirar la espectacular roca que se eleva solitaria junto al Río Chubut. Luego, te adentrarás en el profundo cañadón de La Buitrera, recorriendo aproximadamente 8 km de paisajes agrestes. Durante esta exploración, estarás atento a los chinchillones que corren por paredes casi verticales, brindándote una experiencia única en este entorno natural.

Después de una jornada llena de descubrimientos, disfrutarás de un merecido refrigerio antes de hacer una parada en Gualjaina, un pintoresco pueblo con menos de 1000 habitantes. Aquí, tendrás la oportunidad de visitar un taller de artesanías donde se trabajan piedras semipreciosas, conectando con la riqueza geológica que has explorado a lo largo del día (sujeto a la disponibilidad del lapidador).

El regreso a Esquel será al atardecer, cuando el sol se oculta detrás de la cordillera, habiendo recorrido aproximadamente 400 km de paisajes que te han permitido conectar con la naturaleza de una manera profunda y memorable. ¡No te pierdas esta aventura extraordinaria!