Este pintoresco viaje comienza en Bariloche, donde te adentrarás en la fascinante Ruta Nacional 237. Cruzarás arroyos y ríos, como el Ñireco, el Limay y el Cirihuau, que delinean los límites entre las provincias de Río Negro y Neuquén. Durante el trayecto, descubrirás lugares encantadores como Rincón Chico y el Anfiteatro, donde las formaciones rocosas evocan la grandeza de un antiguo circo romano.

Tu aventura continuará en el Valle Encantado, un lugar único famoso por sus formaciones rocosas esculpidas por el paso del tiempo. Aquí, observarás curiosidades como el Dedo de Dios, Centinela, Tren Expreso y los Siameses, cada uno con su propia historia y magia. Más adelante, llegarás a Confluencia, un punto donde los ríos Traful y Limay se entrelazan en un hermoso espectáculo natural.

Tras cruzar el puente sobre el río Traful, seguirás por la ruta nacional N°65. Este camino de tierra te llevará a través de sierras y valles, ofreciéndote vistas panorámicas de los ríos Cuyin, Manzano y Minero. A medida que bordees el pintoresco Lago Traful, te acercarás a la villa del mismo nombre. Antes de llegar, no olvides detenerte en el mirador de Traful, que brinda vistas espectaculares desde un acantilado de más de 70 metros sobre el lago.

Después de explorar la villa, continuarás tu recorrido hacia Puerto Arrayan y El Portezuelo, donde te conectarás con la Ruta Nacional 234, conocida como la Ruta de los Siete Lagos. Este tramo te llevará a travesías visuales asombrosas, bordeando lagos como el Correntoso y el Espejo. Finalmente, alcanzarás Villa La Angostura, donde disfrutarás de un merecido almuerzo (no incluido). Luego, emprenderás el regreso a Bariloche, llevando contigo los recuerdos de la belleza natural de esta asombrosa región patagónica.