La aventura comienza en el muelle de Puerto Bahía López, donde zarparás hacia el Brazo Tristeza. Durante la navegación, tus ojos se deleitarán con el esplendor de las aguas tranquilas, rodeadas de montañas imponentes. Las cascadas que brotan de las laderas te dejarán sin aliento, especialmente en épocas de lluvias o deshielos.

A medida que te adentras en este entorno, el bosque se transforma en una exuberante Selva Valdiviana. Aquí, la biodiversidad florece gracias a las abundantes precipitaciones. El sector oeste del Brazo Tristeza es una Reserva Natural Estricta, hogar de diversas especies vegetales y del esquivo Huillín, un mamífero acuático autóctono que habita en estas aguas.

La travesía también es una oportunidad para avistar una gran variedad de aves, desde majestuosos cóndores hasta aves acuáticas y de bosque. Si el clima lo permite, podrás disfrutar de vistas impresionantes del Monte Tronador, que se eleva majestuosamente a 3450 metros, adornado con glaciares y nieves eternas.

El momento culminante de esta excursión es el desembarco para una caminata sencilla hacia la cascada del Arroyo Frey. Este rincón idílico, inmerso en la selva, te maravillará con su belleza. La caminata dura aproximadamente 50 minutos de ida y 30 minutos de regreso, con la posibilidad de pasar hasta 30 minutos junto a la cascada, siempre que el clima lo permita. El desembarco tiene una duración de entre 1 hora y 15 minutos y 2 horas, recorriendo aproximadamente 1300 metros en terreno ondulado.

Tras esta experiencia inolvidable, regresarás navegando por el Brazo Tristeza, habiendo explorado uno de los lugares más vírgenes y salvajes del Parque Nacional Nahuel Huapi. No dejes pasar la oportunidad de conectar con la naturaleza en su estado más puro.